El portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, Gustavo de Arístegui, ha dicho muy serio, incluso creyéndoselo, que no se puede comparar al dictador iraquí Sadam Husein con el dictador libio Muamar Gadafi por una razón de vital importancia, nunca mejor dicho: el primero "fue responsable de cientos de miles de muertos" y el segundo "es responsable de miles". O sea, que sí, que también mata, pero poquito. El resultado de esta diferencia ha sido el siguiente: a Husein lo ahorcan y con Gadafi negocian, regocijan y flamenquean.
Arístegui, sin quererlo, ha puesto al día la famosa frase de Franklin Delano Roosevelt, presidente de los Estados Unidos, quien, ante las críticas por haber recibido con mucha pompa al por entonces dictador de Nicaragüa Anastasio Somoza, aseguró: «Sí, es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta».
Está claro que nuestro hijo de puta actual se llama Gadafi. Algunos andan incluso haciéndonos creer que sus muertos han sido sólo asesinaditos.
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5 comentarios:
Andrés antes que nada felicidades por tu cumpleaños.
Esto es muy fuerte, muy fuerte.
Suscribo absolutamente todo lo que dices
Leí ayer la "anécdota" en la página de Nacho Escolar y tuve que reirme porque ¿qué se puede hacer ante gente con tan pocos argumentos?
Desde luego que si primo. Cuando lo he visto en telediarios, etc. me ha dado la impresión de que estaban hablando de un “héroe”, valientemente… lo que hace Don Petróleo y la venda que tienen algunos que les hace ser más cínicos que la leche.
Ayer, desde el programa "El Hormiguero" también le ofrendaron a Don Muamar infinidad de elogios y halagos (interprétese con la más cruda ironía, claro). Vergüenza de vergüenzas... Esto si que es rizar el rizo de la ineptitud manifiesta, el "apaga y vámonos" o el "acabóse" de todo despropósito político y, hasta si me lo permiten, humano. Ríanse ustedes de la ley de Murphy... porque, lo que se dice "a peor" no creo ya que llegue la cosa.
Gas, petróleo y perseguir a quienes antes apoyaba. Lo de asesinar no es obstáculo alguno. El número de muertos en Irak, por poner un ejemplo como otro cualquiera, es terriblemente superior ahora al de asesinados por Sadam Husseim, otro que mataba poquito hasta que decidió hacerse con el control de Kwait, que forma parte de la antigua provincia iraquí de Basora, algo a lo que los americanos dieron su visto bueno a través de la embajadora April. Pero ya sabemos que eso fue una simple y burda celada. Cuando Sadam procedió a darse su paseito por Kwait, los americanos ya estaban compinchados con los británicos para recuperar no ya el control del petróleo de Kwait, que siempre lo tuvieron, sino del resto de Iraq. De paso, se cargaban en cómodos plazos a un país poderoso, con el tercer ejército del mundo (tras el ruso y el norteamericano) y con un nivel de calidad de vida y cualquier parámetro que se quiseiera tener en cuenta: asistencia hospitalaria, educación... muy superior al del restod e países de su entorno y peligrosamente similar, cada vez más, a países de los llamados desarrollados u occidentales. Tanto no se le podía permitir a Sadam Husseim, así que de un día para otro pasó de amigo a enemigo. A este baranda libio, le ocurrirá igual cualquier día, pero mientras mantenga a raya a los fundamentalistas islámicos, que ese sí que es un problema para Occidente, le meterán dos kilos de goma 2, eco si hiciera falta, por debajo de la chilaba y se va al cielo derechito y sin escalas. Somos asesinos, pero no nos hace falta apretar el gatillo, para eso están todos estos pobres hombres que se creen que gobiernan y todo. Pero el petróleo, mientras no se demuestre lo contrario, o mientras no se desarrollen energías renovables, que esa es otra y está pronto a llegar, pues es nuestro, nuestrito de toda la vida. Abandonaremos la zona, cuando no necesite tanto petróleo, cuando Chavez y otros tontos del culo, se peleen por vendernos crudo a precio de saldo y nosotros estemos tan ricamente produciendo energía a través del agua, del viento, del sol o de la madre que nos parió.En todo caso al petróleo (pico de Hopkins) le quedan tres telediarios, hasta el 2020 o poco más. Para entonces se acabarán los problemas, Occidente será mucho más rico, el abismo se abrirá más y los países productores de petróleo se lo tendrán que comer con papas, si es que tienen papas para tragar semejante porquería, mierda putrefacta, que no otra cosa es el petróleo. El fundamentalismo, de paso, tiene los días contados, como bien sabe Al Qaeda y no quieren saber los príncipes saudís y otros colaboracionistas infames. Desde luego la Historia de Occidente se sigue escribiendo como siempre se escribió, con mucha poca vergüenza. Para algo somos los mejores. Viva el Recre y viva el vino de Bonares. Hasta mañana tronco.
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