Repito, la lógica es aplastante.
Pero un poquito (sólo un poquito) estúpida, porque todo es caro en Navidad y a no ser que se acabe con ella (recuerden lo de las "Fiestas del Solsticio de Invierno" que propuso el baranda de IU en Sevilla), pues poco habrá que hacer hasta que la cuesta arriba de enero se torne en cuesta abajo por obra y gracia de ZP.
Sigamos con la lógica aplastante: En la Guerra Civil y posterior posguerra, ante las graves carencias, la gente se comía los gatos de la calle y en los restaurantes a uno, efectivamente, le daban gato por liebre. Esa carne sí que era barata. Y lo sigue siendo: 0 euros el kilo. A lo mejor, para que nuestros bolsillos no se resientan por la subida de los precios, habrá que ir tirando de mascotas callejeras. Eso sí que sería un ahorro.
4 comentarios:
Este año le vamos a decir a Antonio Pabón que nos coja un par de gatos y nos haga una caldereta para almolzar en el Rocío un día
El Gobierno debería hacer una ley para que cenar conejo en Navidad fuera una obligación. Y al que cene pavo, como al que defrauda a Hacienda, que se le envíe un inspector a su cocina...
(Me estoy resistiendo, y casi lo consigo, a hacer chistes con comer conejo en Nochebuena. Lo que no sé es qué nos comeremos en Nochevieja)
Zapa, es una opción que saldría barata. Y más dinero para priva.
Además, conozco a más de uno que ya ha probado el exquisito arroz con gato de Don Antonio. Y se chupaban los dedos.
Habrá que preguntarles a cómo está el kilo de conejo de la Loles. Mira, si está a buen precio, a lo mejor como caliente estas navidades. Agur. Bernardo el que se lo come tó, pero dentro de un orden. Los conejos de granja, esos que no saben a bacalao, los dejo para el personal que ha tenido la ocurrencia.
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