martes, 17 de junio de 2008

El hacedor

¿Qué hace Juan Antonio Millán cuando no hace nada? La respuesta es simple: Nada, porque siempre anda en algo. Esta anti-nada, esta suerte de horror vacui que padece el alcalde de Cartaya, ha sufrido días atrás una nueva vuelta de tuerca, como si aún fuese posible rizar más el rizo de la ocupación: nunca el apelativo de comandante le vino tan bien el regidor del PSOE, siempre dispuesto a conseguir lo que se le mete entre ceja y ceja, a pesar de su sorprendente marcha atrás con el centro de menores que quería instalar en la localidad. En esta ocasión, el alcalde se la ha jugado a su propio partido, precisamente muy pocos días después de que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, le otorgara la Medalla al Mérito del Transporte Terrestre como secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Empresarios del Transporte (Fenadismer) que es Millán, que acumula cargos como otros libros en un estante. Mientras su compañera de partido le colocaba la condecoración en el pecho, en la cabeza del comandante ya se rumiaba el paro salvaje que ha tenido paralizado al país durante una semana. ¡Qué tipo, Millán! ¡Cuántas pieles distintas a cual más dura! El surrealismo de la situación alcanza cotas insuperables: un alcalde del PSOE, uno de los principales bastiones del socialismo onubense, organiza al Gobierno del PSOE una huelga que nunca fue huelga pero que consiguió alarmar a la población de tal manera que se abastecía como si una nueva guerra civil estuviera a punto de estallar. ¡Qué tipo, Millán! Hacedor en la sombra de uno de los mayores embrollos en los que se ha visto metido el Ejecutivo de –se supone– su colega Zapatero. Controlar a los transportistas autónomos desde Cartaya para tener atemorizado a medio país es un logro que quedará en los anales. Hacerlo un mes después de que ese mismo Gobierno contra el que se levanta le premie por su trabajo en el sector del transporte quedará incluido ya para siempre en las páginas de oro del cinismo patrio. ¡Qué tipo, Millán! Autovías cortadas, supermercados vacíos, gasolineras sin suministro, población atemorizada por media España. Como es natural, nadie del PSOE de Huelva le llamará la atención a este empresario del camión-alcalde tan rebelde, a este personaje que ha llegado a ocupar más de 20 cargos distintos en ayuntamientos, diputaciones, federaciones de municipios, asociaciones, cooperativas y otras leches. Las bofetadas duelen, pero más escuecen si te las da un amigo. Cartaya es el particular reino de taifa desde el que este reyezuelo hace y deshace a su antojo. ¡Qué tipo, Millán!

Publicado en El Mundo-Huelva Noticias el 17 de junio de 2008.

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