martes, 30 de junio de 2009

Defensa

La defensa que algunas instituciones públicas y entidades agrícolas de la provincia han emprendido contra los ataques que recibe Huelva desde el exterior se ha venido centrando casi exclusivamente en la campaña fresera o similares, que es, a lo que se ve, por donde más acechan nuestros enemigos. Un reportaje en una televisión francesa en el que se nos tildaba poco menos que de explotadores y contaminadores incorregibles fue tomado rápidamente como un casus belli por nuestros próceres, que se reunieron no sé cuántas veces y redactaron innúmeros comunicados de protesta y cartas sin fin. No seré yo quien niegue la utilidad de tales acciones, pero estos días he echado mucho de menos a estos defensores a ultranza de nuestros intereses. Es probable que yo sea un demagogo, un enemigo de Huelva o ambas cosas a la vez, pero no acabo de entender del todo la capacidad de unión y reacción que provoca un reportaje televisivo y la inactividad que parece causar el hecho dramático de que haya seres humanos literalmente muriéndose de hambre en algunos de nuestros campos. Es decir, que es extraño que no tenga la consideración de «defender a Huelva» el hecho de movilizarnos –al mismo nivel, al menos, que tras el susodicho reportaje– para que situaciones tan penosas y dramáticas como la que hizo pública Cáritas el pasado viernes no vuelvan a producirse. En un campamento de Lepe, 24 inmigrantes malíes hacía tiempo que habían perdido su condición de seres humanos tras llevar varios días sin comer. La pregunta es clara. Dura, si se quiere: ¿Por qué ofende un reportaje televisivo y no lo hace un drama humano tan evidente como éste? ¿Por qué duele un dudoso trabajo periodístico y no lo hace la tragedia que tenemos a tan sólo varios kilómetros? El drama de los asentamientos ilegales es, guste o no, parte de nuestra provincia. Los ha habido en el pasado y seguirán existiendo en el futuro. Mirar para otro lado no es velar por nuestros intereses, sino atacarlos. Una buena defensa debería empezar por lo básico.

Publicado en El Mundo-Huelva el 30 de junio de 2009.

2 comentarios:

ercanito dijo...

Esto no es sólo una cuestión política. Todos, individualmente, podríamos hacer algo, y seguro que mucho más productivo que lo que se pueda hacer desde las Administraciones Públicas...
Hay críticas que hay que empezarlas por uno mismo, y en estos casos que comentas (Malíes en Lepe y el famoso programa televisivo), mucho más aún.

Anónimo dijo...

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