martes, 19 de octubre de 2010

Valverde anónimo

En Valverde pocos dan la cara. Ni siquiera el alcalde, Miguel Ángel Domínguez, que todavía no quiere decir qué va a hacer con Francisco Rodríguez Donaire para las elecciones municipales, otrora aupado y hoy defenestrado por la propia evidencia de las cosas y de los hechos. Recurre el regidor valverdeño a un tópico bien conocido: que no sabe –afirma– qué será de ninguno de los concejales del equipo de Gobierno. Que ya se verá y que Dios, Alá o Buda proveerán. El caso es que son pocos los compañeros del ex de IU que lo quieren a su lado. La imagen de Rodríguez Donaire en el pueblo es pésima y el Ayuntamiento ha comenzado a sacarlo a empujones de la foto. La frescura y la pujanza –al margen de afinidades ideológicas, creo que son dos cualidades que no se pueden negar– con la que se mueve la candidata del PP, Loles López Gabarro, tiene un tanto de los nervios al equipo de gobierno, que afirma convencido que más allá de él sólo está la caverna de la ultraderecha. Sin más historias ni justos medios que valgan. El asunto ha llegado a límites ciertamente insoportables, como que desde el propio gabinete de prensa del Ayuntamiento –ese mismo que no manda sus comunicados a quien no baile al son de sus canciones, como este diario– se haya creado un blog en internet –cobarde por anónimo– cuyo único objetivo es insultar al creador de otro portal, Manolo Cayuela, que lleva ya varios años en esto y que ha sabido crear –con su nombre y apellidos por delante, he ahí la diferencia sustancial– un foro de debate y discusión creo que enriquecedor, aunque en muchas ocasiones todo acabe infectado por la maldita lacra del anonimato. La última diatriba pergeñada en el gabinete de prensa del Ayuntamiento contra Cayuela –al que consideran un peligroso elemento de la ultraderecha, ya ven– viene a cuento de que su blog se hizo eco de la noticia publicada por este diario en la que se informaba de la situación de Rodríguez Donaire en el Consistorio. El asunto es feo, porque ya se ha apuntado al anonimato el propio Poder. Y desde el anonimato –ya saben– cualquier cosa vale para machacar al enemigo.

Publicado en El Mundo Huelva Noticias el 19 de octubre de 2010.

domingo, 10 de octubre de 2010

Adiós a José Guevara


Ha fallecido el artista onubense José Guevara, a los 84 años, un verdadero monstruo de la cultura, excelente pintor y dramaturgo rompedor. Jugó en el Recre, se recorrió medio mundo y vino a Huelva a terminar su vida. Su técnica pictórica, usando el fuego, le reportó numerosos éxitos. Estuve con él una mañana de abril de 2008. De ahí surgió este perfil, publicado en la serie La infame turba. (Fotografía de Elisabeth Domínguez).

EL AZAR Y LA NECESIDAD
¿Cómo resumir una intensa vida ofrecida casi como sacrificio ritual al arte? ¿Cómo condensar en unas líneas la impresionante aventura vital de un hombre dominado plenamente por la obsesión de la creación? Cada cana, casi cada pelo de su sabia y eterna barba, es una enseñanza que José Guevara (Puebla de Guzmán, Huelva, 1926) transmite al mundo. Hoy lo hace desde su hermoso ático en la plaza del Punto. Ayer, desde cualquier punto de la Tierra, por la que tanto ha viajado mostrando sus cuadros. Mañana, sólo él lo sabe. Quiere decirse que las almas libres, los espíritus creadores y los seres entregados con esclavitud a su propia naturaleza tienen el nomadismo tan dentro de sí como la propia creación. José Guevara, ahora, ha regresado a Huelva a reposar. Nadie más que él se ha ganado un descanso tras una vida de una intensidad tan sólo dada a los genios. El descanso, obviamente, es físico, porque su mente sigue tan activamente creadora como en los años en los que recibía lecciones en el Instituto La Rábida de sus maestros Pedro Gómez y García Orta, o en aquellos en los que se fue por el mundo enseñando su arte y codeándose con los grandes nombres del momento. Guevara intentó en su juventud afincarse en Huelva, ciudad a la que llegó del pueblo el mismo día en que acabó la guerra, el 1 de abril de 1939, fue incluso un jugador del Recreativo que «pintaba bien», según las crónicas del momento, pero si ya difícil era por entonces el mero vivir, mucho más lo era intentarlo del arte. Así que en 1952 se embarcó en el Julio César camino de Río de Janeiro. Comenzó entonces un periplo vital y artístico que le ha llevado a exponer sus obras en países como Australia, Irak, Estados Unidos, Francia, Japón, China, Finlandia, Siria, Bélgica, México, Brasil, Argentina o Uruguay. A este último país llegó tras su estancia brasileña y a él debe en buena medida lo que es, porque allí entró en contacto con los movimientos pictóricos del momento y conoció a otro de sus maestros, Torres García. Hoy el maestro es él, claro, y va transmitiendo sus doctrinas a la legión que va desfilando por su alto estudio a presentar sus respetos. José Guevara lo hace sin darse la más mínima importancia.
Es obvio que los hombres más destacados son los que menos se toman en serio. A pesar de que su vida es una novela de García Márquez, José Guevara la cuenta con la naturalidad y la sencillez de quien se ha quedado tomando el sol en la plaza de la Puebla durante toda su vida. De hecho, achaca todo su éxito a la suerte. «En la vida hay que tener suerte y yo he tenido mucha», viene a resumir injustamente, para recordar también una frase de Demócrito que siempre le ha acompañado: «Todo lo que existe en la naturaleza es producto del azar y de la necesidad». Si algo ha tenido Guevara es, desde luego, necesidad. Necesidad por cambiar las cosas y evolucionar en la pintura. Él lo hizo con el descubrimiento de una nueva técnica, el óleo por ignición, esto es, pintar con ese elemento esencial de la creación llamado fuego. Con ella ha asombrado en galerías (la célebre Tate de Londres, por ejemplo), bienales (Venecia, Sao Paulo, Alejandría) y museos de medio mundo y con ella y su rotundo estilo informalista ha mantenido estudios abiertos en París (periodo 1961-72), Madrid, Milán y Jesi (1968-2006). En Italia, donde lo idolatran, es il maestro y su rojo es conocido como il rosso guevarino. Ha compartido compromisos plásticos con creadores tan destacados como Tàpies, Saura, Torner o Genovés y ha creado una obra con un discurso tan valioso que hoy es nuestro artista vivo más internacional. También lo es en otro ámbito, el teatral, del que ha sido destacado creador de piezas underground. Guevara cuenta hoy con naturalidad cómo le compró a Samuel Beckett los derechos de La última cinta para representarla en España. Fue el primero que lo hizo, tras ser mordida ferozmente por la estúpida censura. Los grandes hombres siempre van abriendo camino, puntales de proa de la sociedad.

Publicado en El Mundo Huelva Noticias el 20 de abril de 2008.

martes, 5 de octubre de 2010

La felicidad enlatada

Por el desagüe del paro se van nuestras miserias y nuestra porquería. Mejor no verlas. Es lo que piensan algunos, que se empeñan en vender lo invendible, en ser inventores de pócimas milagrosas para ir de pueblo en pueblo publicitando su juguete ante el asombrado gentío. El desangre mensual no se detiene. Septiembre dejó en nuestra provincia 2.017 parados más, cifra que supone un crecimiento del 3,95% respecto al mes anterior. Cuando el desempleo subió también en agosto, estos vendedores de la felicidad enlatada aseguraron que era normal y que todos los agostos sube el paro. Ahora también es normal: obedece al «aumento de la temporalidad» (?), según el PSOE, que destacó el hecho esperanzador de que este septiembre ha sido el que menos ha subido el paro en los últimos dos años. Quiere decirse que estamos jodidos, pero siempre parece que el asunto ya nos va doliendo menos. El caso es que algunos se han convertido en verdaderos maestros en el noble arte de buscar excusas cada primeros de mes, cuando el INEM nos recuerda que estamos royendo un hueso al que hace tiempo que se le acabó la carne. Vendedores y trileros se afanan por colocar su mercancía: ¡Mejor un hueso que nada! Es decir, que demos gracias por lo que tenemos y no nos lamentemos por lo que hemos perdido en el camino, que ha sido mucho. El caso es que Huelva ha vuelto a destacar por lo alarmante de su desempleo. También lo ha hecho por el serio retroceso sufrido en materia de inversiones estatales. La parte del pastel de los Presupuestos Generales del Estado para la provincia es de 114 millones de euros, 38 millones de euros más pequeña que el pasado año. Dicen los vendedores de felicidad enlatada que las grandes obras están «planteadas». No entiendo que, por ejemplo, pueda «plantearse» el desdoble de la N-435 con 90.000 euros, una cifra que sigue estirando el chicle de esta gran promesa todavía inclumplida, a pesar de que han pasado ya seis años y medio desde que se vendiera sin rubor la consecución de la autovía de la Sierra. Nunca se van al paro los trileros y los mercachifles de la felicidad enlatada.

Publicado en El Mundo Huelva Noticias el 5 de octubre de 2010.