Dicen en política no existen las coincidencias, aunque algunos se empeñen en hacer creer que sí, que existen, y que no pasa nada por que existan. Que cada cual juzgue como le plazca. Petronila Guerrero, presidenta de la Diputación, acaba de poner en marcha con gran vocerío una campaña en defensa de Huelva, un rincón andaluz muy necesitado de actos de promoción por todo el país en los que se hable del jamón, las gambas, el Descubrimiento, y en los que se empleen palabras nunca antes usadas como «provincia moderna, dinámica y emprendedora», unos términos que, como todo el mundo sabe, están henchidos de significado y describen a la perfección nuestra realidad social. A los pocos días de la puesta en escena triunfal de la referida y necesaria campaña, el que sigue siendo jefe de la cosa, Javier Barrero, anuncia a la par que lo hace Pedro Rodríguez sobre sí mismo que Petronila Guerrero sería una magnífica candidata para la Alcaldía de la capital y que, de aceptar, el PSOE onubense lo entendería como un lujo. Una coincidencia. De acuerdo. Con todo, cabría preguntarse, habida cuenta de estos hechos, a quién pretende promocionar la campaña que ha puesto en marcha la Diputación, si a una provincia desvalida y maltratada o a una candidata que ha de enfrentarse a la bestia negra del socialismo onubense, aquél que ha podido con varios candidatos que contaron a su vez con varias administraciones a su servicio para gritar los consabidos puedo-prometer-y-prometo. Porque, no se engañen, eso es precisamente lo que está ocurriendo. Un hecho que no por viejo ha de dejar de alarmarnos. El uso de las instituciones como ariete contra el rival de turno, como promoción personal o como instrumento de partido –las tres cosas por separado o las tres a la vez, que tanto da– nunca fueron una mera coincidencia, sino una estrategia tan consolidada que para muchos ya se ha convertido en algo natural, propio de una labor política a la que ni cien campañas de defensa podrán ya devolver la honradez perdida en vaya usted a saber qué oscuro pozo.
Publicado en El Mundo-Huelva Noticias el 22 de septiembre de 2009.
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6 comentarios:
Rodri es eterno, y seguirá siendo eterno hasta que su salud se lo impida, porque no creo que cambie la dirección de los votos por el despilfarro de pasta en obras innecesarias o simplemente estúpidas como las del plan E. A la gente le mola eso, y que el Sr. Alcalde le pague el café en el Bar Estrella. Su populismo es imparable. Dicen que el tuerto es el rey en el país de los ciegos, y aquí viene que ni pintado. ¿no crees?.
Tú lo has dicho, hasta que él quiera, o hasta que el riva presente un candidato que pueda hacerle sombra. Pero no lo encuentran, ni siquiera tuerto.
No se si Petronila Guerrero aceptaría encabezar una candidatura a la alcaldía. Parece que existe bastante miedo dentro de las filas del PSOE a jugársela contra Rodri. Hasta ahora todos los que han salido derrotados de las urnas han desaparecido del panorama político local. Particularmente creo que desde el parido socialista se debería reforzar mejor a sus candidatos. ¿Es posible que falte cohesión dentro de sus filas?
Y qué me dices sobre la ¿posible? candidatura de Juan José Cortés por UPD.
Eso todavía tengo que verlo, porque no parece muy claro.
Antonio, no creo que sea una cuestión de cohesión dentro del PSOE, sino de atinar con el candidato adecuado, algo que por ahora parece imposible.
A mí sólo el hecho de que se lo hayan propuesto me ha defraudado el partido. Ya veremos, porque él está loco por la idea.
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