martes, 28 de octubre de 2008

La interina

Elena Tobar, la interina, se estrena el jueves en su nueva tarea de portar la voz del grupo socialista en los plenos del Ayuntamiento de Huelva. Convendría que en este hecho primario y básico comenzara a diferenciarse de su antecesora, Manuela Parralo, que siempre delegaba en sus banderilleros porque le parecía como feo o sucio –o ambas cosas a la vez– enfrascarse en pugnas dialécticas con Francisco Moro y con Pedro Jiménez, quienes sueltan unos mandobles morrocotudos. De momento, la interina llega a su primer pleno con el apoyo diríase que exagerada y teatralmente cariñoso del jefe provincial del PSOE, Mario Jiménez, quien no se cansa de repetir que ahora el grupo municipal socialista está «más fuerte que nunca», en claro menosprecio al anterior. Es evidente que el señor Jiménez no puede más que calificar de esa forma a la oposición municipal, aunque en el fondo piense, como piensa la mayoría, que es un grupo de becarios despistados, con todos mis respetos por los becarios y por los despistados. De aquel equipo socialista que llegara al Ayuntamiento tras las elecciones de mayo de 2007 no queda más que el viento que cada cual –cinco ediles cinco– ha ido dejando en su huida. Una verdadera saga/fuga, como en aquella novela de Torrente Ballester. Las fugas fueron llegando por diferentes motivos, que podrían resumirse en uno solo, palmario: la pérdida de las elecciones municipales. Manuela Parralo entró en desgracia el mismo día en que Pedro Rodríguez tuvo la ocurrencia de ganarle. Desde aquel momento, sus jefes en el PSOE decidieron que había llegado su hora, y así se lo hicieron saber de muy sibilinas maneras: ahora te saco de la vicepresidencia de la Diputación, luego apoyo a tu rival en el congreso local del PSOE... Hasta que –evidente– tuvo que largarse a su casa «por motivos personales».

Llega el jueves, digo, la hora de la interina, que este fin de semana ha hecho lo que todo político que aspire a hacerle sombra a Pedro Rodríguez debe hacer: ir al Recre. Nadie nunca recuerda haber visto antes a Elena Tobar animando en el campo a nuestros aguerridos futbolistas locales, pero he ahí uno de los milagros que es capaz de obrar la política. De momento, si no le gusta el fútbol, puede ahorrarse el aburrimiento: no le conoce nadie. Ni siquiera Luis Pizarro, el segundo del PSOE andaluz, quien confesó muy serio que de Tobar sólo tenía «referencias». La interina tiene, a lo que se ve, mucho trabajo por delante. Podría empezar por hablar en los plenos. Para variar.

Publicado en El Mundo-Huelva Noticias el 28 de octubre de 2008.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mu buena Andrés, la verdad es que en Huelva, el PSOE, lo tiene crudo, probablemente como el PP en Valverde. Luchar contra un líder tan carismatico como Rodri es complicado porque entre otras cosas el tío no se pierde una, está en todos los actos sociales y además se implica. Creo que lo que le hace estar ahí precisamente es su onubensismo nativo, y a los líderes del PSOE le falta entre otras cosas la mitad de carisma que al actual alcalde. Fijate Díaz Trillo por ejemplo. En fin, ahh Rodri también es litrista.

Un saludo.

Domingo P.

ercanito dijo...

El tono humorístico en lo del recre merece un Premio Planeta. Cómo, con tan pocas palabras, me he imaginado a la susodicha aplaudiendo en pie a Barber cuando pierde la pelotita.
Referente a la política, el motivo de tan poco desarrollo en cualquier territorio es la ausencia de confrontación y disputa, y como en Huelva no hay actualmente, como en el Central, una buena oposición, no hay tampoco progreso. Y así nos va.

Bernardo Romero dijo...

Excelente como siempre. Desde luego haces del periodismo todo un arte. Lo del Recre, como dice Ercanito, es genial. ¿Qué hará esta señora en la grada, mezclada, horror, entre las masas proletarias que tan lejos le quedan a estos nuevos ricos de la política patria? ¿Sonreirá cuando el de delante o el de detrás se cague en la zarrapenca puta madre del señor colegiado? ¿Gritará fuera de sí eso de "abrito bujero" cuando no le pite un penalty al Recre? ¿Exigirá al mister que eche el equipo p'alante cuando tenga perfectamente establecidas las dos hermosas líneas de a cuatro con las que de momento nos deleita Alcaraz? Probablemente, no. Me da que permanezca todo el partido con cara de póker y mirando el reloj con disimulo comprobando como los minutos pasan más lentos que cuando vamos ganando uno a cero, de cagalástima y con dos jugadores menos. Al menos espero que no sea gafe como el Barrero, que cada vez que me encontraba con este madridista confeso en el estadio, el Recre perdía. En fin, esto es un cachondeo. Pero me asalta otra duda, se pondrá todo el collaramen para presidir el Santointierro. Ja, ja, a ver cómo le va lo del beatetismo progresista, innovador y participativo. Ja, ja, la monda.