jueves, 18 de septiembre de 2008

Huesos

Lo dijo Lorca, apenas un mes antes de que le metieran «un tiro en el culo por maricón»: «Me voy a Granada, estos campos se van a llenar de muertos». Ahí siguen los campos, 70 años después, llenos de muertos, osamentas anónimas, cuerpos inertes, símbolos macabros de la maldad humana. Incluido el del poeta que predijo un «huracán de negras palomas que chapotean las aguas podridas». Lo he dicho en alguna ocasión, pero habrá que repetirlo: España no podrá ser un país medio civilizado si continúa teniendo a Lorca tirado en una cuneta. A Lorca como a tantísimos otros, pero vale el granadino como símbolo. La familia está en su perfecto derecho de querer que sus restos descansen allí para siempre, pero no puede impedir que se intente saber si de verdad están allí o no. Su persistente negativa ha creado numerosos rumores, entre ellos el que asegura que el cuerpo fue trasladado a otro lugar más digno. A Lorca lo mataron con un maestro y dos banderilleros acusados de anarquistas. La familia del primero, dentro del movimiento llamado de recuperación de la memoria histórica, ya ha decidido su intención de rescatar sus restos, se supone que enterrados junto a los del poeta. No acabo de entender qué problema hay en que familiares de los ejecutados durante y tras la Guerra Civil quieran encontrar y recuperar los cadáveres de sus seres queridos. No acabo de entender tampoco qué heridas puede abrir ese hecho primario de reencontrarse con sus padres, abuelos o tíos fusilados hace 70 años. En todo caso, cierra las heridas que siguen abiertas en muchas personas que continúan teniendo a sus familiares tirados en los campos de España. Otra cosa es la instrumentalización partidista que algunos se empeñan en hacer de esta cuestión. Me da grima el juez Garzón y su desmedido gusto por la fama, la gloria y la posteridad. Me da grima el maniqueismo de buenos y malos que gasta el Gobierno de Zapatero, pero es razonable que el Estado y la Justicia ayuden de alguna forma a estas personas a encontrar los huesos tiroteados de sus seres queridos. ¿El bando republicano no fusiló y ejecutó? Por supuesto, pero habrá que recordar una obviedad: las víctimas nacionales tuvieron bajo el franquismo 40 años de reconocimientos y búsquedas, con una Causa General contra la República incluida. Parece que muchos olvidan este hecho fundamental cuando se preguntan si sólo hubo víctimas de un sólo lado. Está claro que no las hubo. Pero las que siguen en los campos coinciden en su mayoría con una de las dos Españas en que se partió este país. Los huesos todavía nos recuerdan la grieta por la que un día se fue la dignidad de los españoles.

Publicado en El Mundo Huelva Noticias el 18 de septiembre de 2008.

5 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Dicen algunos que mejor no abrir viejas heridas, las tendrán ellos cerradas porque hay algunas que todavía no lo están.

Anónimo dijo...

Creo que se deberia de exumar los cuerpos de los fusilados,pues a mi entender,no se cerrarán las heridas del pasado ya que mientras haya un solo familiar que llore la desaparición de uno de los suyos,ésata permenecerán abiertas.No sé si se habeis fijado en que siempre son los mismos los que se niegan a todo esto,los del PP.¿Tendrán miedo de algo? o ¿Quieren ocultar algo?.Saludos querido Andresito.

Monca Encendido dijo...

Querido primo, felicidades por el artículo. Me quedo con lo esencial, que todo aquel que quiera saber dónde están enterrados los huesos de sus seres queridos, tenga el derecho a saberlo. Me da auténtica rabia oír cosas como “¿qué interés puede tener para una persona saber dónde está su bisabuelo, tatarabuelo… si ya han pasado 70 años?” como le oí decir al impresentable de Miguel Ángel Rodríguez.
Un abrazo.

Andrés dijo...

Estoy de acuerdo con vosotros. Lo esencial es lo esencial.

Hoy hemos sabido que la familia de Lorca no se opondrá al fin a la exhumación de la fosa donde está enterrado con un maestro y dos banderilleros, como piden las familias de estos. Es una buena noticia.

ajetreado dijo...

Ciertamente la familia de Lorca ha dado su consentimiento para que se realiza la exumación de la fosa.No entiendo mucho del tema,pero me pregunto ¿Por que deciden ellos si se abre o no la fosa?,Los sentimientos de los familiares de los demás fusilados de dicha fosa,¿no valen,no cuenta?.Creo por ser familiar de alguien,no dá derecho a que otras familias no den sepultura a sus familiares.