miércoles, 27 de febrero de 2008

Nueva tentativa de futuro

Extraña campaña. Se vende progreso, pero todo es pasado. La sensación es general, pero más cercana y cansina en Huelva, donde la cosa fluye con la despaciosidad de un río en verano, sobre el que alguna vez se posa una hoja aburrida y salta un pez allá a lo lejos. Los comicios son grandes almacenes cargados de golpes de efecto, novedades y trucos de prestidigitador. Menos en esta provincia, que permanece con el ancla echado sobre los temas de los que se ha venido hablando casi desde la flebitis del caudillo, sobre los asuntos que siempre se prometen y nunca acaban de llegar. Oigo a los candidatos discutir sobre la conexión Huelva-Cádiz, sobre la mejora de las infraestructuras ferroviarias, sobre el aeropuerto, sobre el AVE, sobre el Polo Químico, sobre la Nacional 435. Veo al PSOE buscando artistas desesperadamente como en los viejos tiempos de la pana y las coderas (Diego de la Villa y El Pecas, desde hoy ‘La Extraña Pareja’ en escena) y a la Mesa de la Ría tratando de reventar actos de partidos que no piensan como ella en plan abertzale versión raya en pimentón y me acuerdo de lo que me dijo una vez una interesante escritora malagueña, Rosa Romojaro: «Poesía es fijar el tiempo, fotografiar una emoción». Me pregunto si el espíritu juanrramoniano no ha dotado a Huelva de un sentimiento poético tan fuerte que hace que nos sintamos tan profundamente amarrados al pasado que casi nos impide cualquier posibilidad de progreso, más allá del lógico avance de los años y de la inercia de las cosas. El ensimismamiento entre poético y político que parece vivirse en la provincia tiene responsables: los administradores de lo público, que prometen y no cumplen como si fueran comerciantes de un mercado persa, y los ciudadanos, que nos olvidamos demasiado a menudo de que para que te escuchen hay que dar de vez en cuando un puñetazo en la mesa. Lo del puñetazo se me vino a la cabeza el otro día viendo a la gente del comité de empresa de Nilefos –sobre todo a su presidente– casi sacar a hombros a Chaves de una visita electoral a Aljaraque, donde plantó árboles, prometió cosas y se reunió algo así como medio minuto con los obreros, a los que el encuentro fugaz les bastó y les sobró.

***

Extraña campaña, ya digo. Quedan once días de un continuo déjà vu, esa rara sensación de haber vivido ya algo que acaba de ocurrir. En Huelva tenemos déjà vu para regalar: el de la Huelva-Cádiz, el de la N-435 (cuatro añitos en blanco), el del AVE, el del aeropuerto... Si algún día empiezan a ser realidades, a lo mejor esto hasta pierde la gracia. Y a ver qué futuro se le vende aquí al personal.

Publicado en El Mundo-Huelva Noticias el 26 de febrero de 2008

1 comentario:

Bernardo Romero dijo...

La N-435 deberían nombrarla desde ya "decana de las promesas electorales socialistas". Llevan treinta años liados con ella. Demasié. En cuanto a la extraña pareja, habrá que sumarle otros nombres, pero es que da hasta grima. Me ha llegado una convocatoria para ir a Sevilla a hacerle un rendez-vous al cabezota (en los carteles, no es por nada, le han tenido cortar el cabezón) y te largan de paso el nomenclator de los apoyantes onubenses: la anterior delegada de cultura, María del Mar Alfaro, el ex Keys, ex Jarcha y ahora no se sabe exactamente qué Pepe Roca y... tachín, tachán..... ta, ta, ta, chaaaaaaán: el Juanla!!!! con estos intelectuales, o a pesar de ellos, incluídos el Pecas, el Mode y una chica que dice ser artista, el cabezota seguirá ganando y obteniendo mayorías absolutas. Esto, compadre, no tiene arreglo. Ni por este lado, ni por el otro. Ya lo dijeron los musulmanes que entraron aquí como Pedro por su casa, perdón, como Husseín por su casa: Al Andalus (tierra de bárbaros). Joder, cómo está la cosa. Agur.