martes, 5 de agosto de 2008

El Conquero

No hay nada en la ciudad de Huelva más hermoso que el Conquero, ni más cantado en fandangos, ni más poetizado, ni más fustigado por los cientos de pregoneros amantes de los tópicos y los lugares comunes. El impresionante mirador natural de aquella «colina ocre» y de aquellos «pinos antiguos de perenne alegría» que cantara Luis Cernuda para la posteridad de su inmensa poesía sigue ofreciendo hoy una de las más bellas estampas de toda la provincia de Huelva. Pero en ocasiones las ciudades caen en extrañas contradicciones. Casi sin darse cuenta, incurren en errores que nunca acaban de subsanarse del todo. Sin saberse muy bien por qué, este enclave absolutamente privilegiado, que confiere a la ciudad una evidente seña de identidad frente a otras capitales andaluzas y españolas, sigue abandonado y olvidado, y uno no acaba de entender que ocurra este hecho precisamente en una ciudad que ha cambiado espectacularmente en los últimos años y que ha sufrido una verdadera revolución urbanística desde que el actual alcalde tomara los mandos del Ayuntamiento. Podrían imaginarse mil maneras para mejorar cuanto menos el aspecto de este enclave único. Lo he pensado alguna vez y creo que no me equivoco demasiado al afirmar que ése sería el mejor paseo marítimo que Huelva podría ofrecer a sus ciudadanos y a sus visitantes. Un paseo marítimo distinto, desde luego, pero especialísimo y singular porque desde allí se intuyen ya las «luces del violento Atlántico» que divisara Cernuda en su elegía estética de la belleza juvenil que es a fin de cuentas su poema A un muchacho andaluz, en el que, como queda dicho, se canta al Conquero como espacio mítico de tantas cosas. La potencialidad de la zona, con un planteamiento urbanístico equilibrado entre paseos y miradores, haría de ella, sin duda alguna, una de las más hermosas de Andalucía. La ciudad de Huelva no está sobrada de lugares bellos. A qué engañarnos. Y el mejor de ellos está tan deteriorado que en ocasiones cuesta trabajo recomendar al visitante que no deje de subir a contemplar el impresionante paisaje que ofrece el cabezo del Conquero. Aunque siempre se acaba recomendado, por supuesto. Al menos yo así lo hago. Esa visita y la del viejo mercado del Carmen, todo un espectáculo de colores y olores, son ineludibles para el que me pregunta qué ver en la ciudad. Siempre se dice que Huelva, la capital, es más bella por lo que esconde que por lo que muestra. Falso. Busquen y encuentren algo más hermoso que pasear por el Conquero. La pena es su estado. Que debe mejorarse es una realidad que a estas alturas no duda nadie. Aunque sólo sea por poder seguir asombrándonos con la violenta luz de la colina ocre.

Publicado en El Mundo-Huelva Noticias el 5 de agosto de 2008.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Alfonso Macias
Que bonita reivindicación.

Doria dijo...

Para mi tocayo, fue un autentico descubrimiento el cabezo de San Pedro. Hace un par de veranos tuve el privilegio de iluminar aquel paraje, desconocido hasta entoces para mí, con motivo de un acontecimiento social.
Durante tres días pude disfrutar, casi en solitario, de las impresionantes puestas de sol.
Las marismas del Odiel, los pinares de Aljaraque, el muelle de descarga de mineral, inmortalizdo tantas veces por Seisdedos, etc.
Después he tenido conocimiento que ha sido o va a ser expropiado por el Ayuntamiento.
Ese, ese lugar único, Andrés, si que merece también la pena que se convoque un concurso abierto de ídeas que, de acertar, puede poner Huelva "patas arriba".
Enhorabuena por el apunte, por la referencia cernudiana y por lo acertado de tu artículo.
Un saludo
Doria

Juan Duque Oliva dijo...

Pensaba que no le ibas a dedicar ningún pildorazo elegante al Sr. de la vara. Huelva es bonita entera solo hay que hacer que brille.

Un abrazo

Andrés dijo...

Efectivamente tocayo, el cabezo de San Pedro es también otra de las pocas joyas de la ciudad, lo que pasa es que no se puede disfrutar, porque su uso es casi totalmente privado por la propiedad de la privilegiada vivienda particular que está allí desde hace muchísimo años.

Es cierto, el Ayuntamiento ha anunciado que va a expropiar los terrenos (chalet incluido, imagínate la gracia que le habrá hecho a los dueños) para convertirlos en públicos con la construcción de un parque arqueológico y un centro de interpretación. La idea es recuperar en cierta medida el antiguo Castillo defensivo de la ciudad, que estaba en esa zona, que como sabes es la más antigua.

Un abrazo a todos.

Zapateiro dijo...

Parece que hoy nos acordamos los dos del gran Cernuda;)

Me temo que esa dejadez en espacios claves y privilegiados no ocurre sólo en Huelva. Es una pena.

Un beso.

Anónimo dijo...

Gran poema ése de Cernuda. Recuerdo que publiqué una columna en Odiel en 2002, con motivo del centenario del nacimiento en Sevilla de Luis Cernuda, titulada "Luis Cernuda y Huelva", en la que reivindicaba lo que tú, querido Andrés, en ésta. Además añadí que gracias a ese poema, la ciudad de Huelva, al igual que la de Sevilla en Ocnos (es decir, sin ser nombrada), entraba por la puerta grande en la Literatura con mayúsculas. Suscribo todo lo que dices aquí, pero permíteme que puntualice algo: la revolución urbanística de Huelva ha sido, efectivamente, espectacular en los últimos años, con el actual alcalde, pero ya había empezado antes, a finales de los ochenta, aprovechando las inyecciones estatales para el V Centenario ("500 Centenario" se llamaba un bar de Lepe, jeje, verídico) del Descubrimiento de América y la Expo'92. Gobernaba entonces el alcalde que precedió al actual, que era socialista. No entraremos en baremos, pero sí es justo reconocerlo y desbrozar la maleza propagandística que estos asuntos se traen, especialmente a nivel municipal. Qué más da todo eso, el caso es que Huelva ha cambiado para bien y disfrute de todos los onubenses, que al fin y al cabo somos quienes hemos elegido libremente a quien trinca la vara de alcalde. Porque, recuerdo esa calle San Sebastián que parecía salida de un spaghetti western almeriense, donde siempre acababa atracándote a punta de navajita algún que otro nonaino. Los que no viviamos en el centro teníamos que hacer la travesía a veces saliendo por patas delante de alguno de ellos.
Y... volviendo a Cernuda, ¿qué crees que diría de ese Conquero a reventar con el Mandala? ¿Se tomaría una copita allí o saldría espantao?


Salú, hermano.

Jesús Chacón

Andrés dijo...

Amigo Chacón, tienes toda la razón, la revolución urbanística de Huelva comenzó ya con Ceada y, por ejemplo, el barrio de Zafra, la estación de autobuses y demás.

Si hoy viera Cernuda el Conquero es probable que se fuera espantado de allí. Respecto al Mandala, no sé, no sé, lo mismo entraba a ligar con algún chavalito que le recordara a aquel muchacho el él idealizó en su esplémdido poema, je, je.

Un abrazo fuerte

Monca Encendido dijo...

Entra en mi blog. Tienes algo para tí. Un abrazo.

Bernardo Romero dijo...

Illo, a ver si terminas las vacaciones, que pareces un maestro. Rocío Márquez ha ganado una lámpara minera, junto a Argentina y Arcángel es lo que está más en forma del flamenco actual. El caso es que no se le hace demasiado caso en nuestra propia ciudad, cosa harto habitual. Tengo su teléfono para entrevistas o, si pudiera ser, para tu serie infame y turbulenta. Agur, llama o haz algo por los amigos, cojones. Un abrazo

Juan Duque Oliva dijo...

Este se ha perdido en El Conquero